Los fuertes vientos de esta tarde derribaron decenas de árboles, láminas, cables y demás objetos.
En los puertos de Sisal de Hunucmá y Celestún el mar hizo de las suyas al volcar lanchas, mientras en este último puerto igual la creciente inundó el refugio pesquero y el muelle de pescadores.
Pese a los fuertes vientes, los daños provocados por fortuna solo fueron materiales.
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